Día Sábado, 22 de Noviembre de 2025
Todos al suelo y solo dos se quedaron sentados

Oigan amigos. La reflexión se debe hacer también después de la noche electoral y no solo el día de antes como obligan las leyes.
Los motivos son, entre otros, que con la nueva aritmética, no se ha solucionado ninguno de los problemas acuciantes y reales que nos afectan y será con esta nueva representación, y no con otra, con lo que se tendrán que afrontar los retos que nos preocupan.
En este caso, la frase; la victoria tiene mil padres y la derrota es huérfana no ha sido veraz porque en esta ocasión, la victoria ha sido huérfana y la derrota, tuvo mil padres y si me dejan explicarme, me entenderán.
El gran perdedor de estas elecciones, ha sido sin duda, el Partido Popular. Un partido que aunque se estaba regenerando de la mano de Casado y este, haya finiquitado a casi todos los antiguos dirigentes, la sorpresa del momento de las elecciones, la falta de convicción, la falta de ideología y una pobre capacidad de convencimiento y la dilución del combate contra mil contrincantes ha propiciado este mayúsculo traspiés que solo tiene solución con la refundación de otro partido.
El Partido Popular, realmente nunca llegó a los gobiernos por méritos propios, siempre lo hizo por deméritos de otros; el felipismo corrupto y la mala gestión de Zapatero. La gente les votó huyendo de estos desastres y nunca convencidos de sus capacidades aunque las tuvieran.
Tampoco supieron transmitir ningún mensaje aglutinador de gente, ni manejaron la simbología y la ideología con naturalidad, porque en el fondo y en la superficie, les daba vergüenza ser de derechas.
La mera gestión no es suficiente mérito para ser elegidos, sobre todo cuando además de eso, se saquea sin miedo y con impunidad y también cuando no se ha perdido tiempo en crear corrientes de opinión ideológica que den forma y justifiquen las acciones y además éstas, se ejecuten de forma acomplejada.
El PP, nunca ha cuidado sus relaciones con los medios de comunicación y nunca, ha sido apoyado realmente por ningún grupo de presión mientras permitía que otras ideologías, si lo hicieran regalando cadenas de televisión, radio y periódicos a todos los grupos.
El PP, nunca ha disfrutado de la hegemonía cultural que el PSOE, lleva lustros cosechando con éxito. Pero la mera hegemonía cultural no es suficiente, además, es preciso el dominio de hecho, de facto, con una coerción solapada, no detectada en apariencia pero real, violenta y eficaz utilizada a lo largo del tiempo y que la izquierda practica desvergonzadamente.
Quien manda, domina la concepción del mundo y en esta batalla, la izquierda, ha sido eficaz, ha definido los nuevos rolles que se han impuesto en todas las capas de la sociedad con transversalidad y solo sirven para la separación en bloques claros; conmigo o contra mi. Han conseguido con métodos casi religiosos y de fe, los objetivos que apetecían.
Se ha sabido imponer la ideología aunque no se tuviera el poder fáctico de hecho, porque se ha reescrito la concepción de social y cultural a su imagen y semejanza, el poder, era solo un problema de tiempo conseguirlo, como así ha sido.
El PP, no ha sabido, o no ha podido o no le han dejado, desprenderse de la larga sombra del franquismo proyectada desde hace más de 50 años transcurridos. La derecha sociológica y cultural, se siente responsable del franquismo, y eso ha tenido su traducción a nivel político y ha propiciado, el aprovechamiento de la izquierda ante tal ventaja avivando y jugando con la simbología y la propaganda de forma eficaz.
Esto, en psicología, se define como complejo. Es un complejo político.
Por el otro lado, la izquierda, no tiene, ni ha tenido nunca complejo alguno y si históricamente cometió delitos y horrores, todos estos, son justificados por un bien común malintencionado, la dogmatización de las ideas que se defienden no permite el arrepentimiento independientemente de que para conseguirlo, se sea injusto y siempre hay efectos colaterales imprevistos de los que nadie se siente responsable.
Cuando esto mismo, lo hace la derecha, es fascismo.
Ejemplos de este complejo de la derecha de pasar por encima de los temas vitales de forma pueril, los tenemos a montones. Uno de ellos, sin ir más lejos, el espectáculo negligente, cobarde y bochornoso de las declaraciones en el juicio del procés del presidente del Gobierno, la vicepresidenta y el ministro del Interior, que fueron infectados por una sorprendente amnesia, parecía que nada de lo sucedido fuera con ellos, eran convidados de piedra y no sabían nada de nada de lo ocurrido. Esto, es sin duda, dejar que el relato, lo escriban otros, aunque estén detenidos y presos y permitir a la otra parte que gane la partida por incompetencia y goleada.
Menos mal que la justicia, no ha actuado con negligencia y sobre todo, no me parece acomplejada. Una de las frases que más me afectan del ámbito judicial, es la que siempre repiten los fiscales, "el que la hace, la paga".
Otro ejemplo que me viene a la memoria, fue la actitud de Rajoy cuando se gestaba la moción de censura. El acto cobarde y ruin de abandono de sus compañeros en el hemiciclo y no haber promulgado elecciones anticipadas entonces, mientras bebía alcohol desairado y lloraba a lagrimones al mejor estilo de Muhammad XII, también conocido como Boabdil.
La antítesis de Rajoy ha sido sin duda Sánchez. Hombre de preparación justa, según mi criterio y sobre todo después de ver como habla y lo que hace pero ciertamente valiente y capaz de todo para conseguir sus deseos. No será un estadista o un rey como a el le gustaría, pero hay que reconocer que su estrategia electoral ha sido brillante y efectiva.
Los moralistas dirán que no todo vale, pero lo que seguro no vale es el fracaso a pesar que, los fracasados tengan siempre en las películas americanas una estela de romanticismo que en la vida real, no existe.
Sánchez ha podido mentir, decir en cada sitio lo que querían oír, cambiar de opinión mil veces y la sociedad española no se ha sentido engañada porque éste, ya tenía la victoria ganada al ser hegemónico ideológica y culturalmente en casi todos los ámbitos de la nación.
Como recuerdo otros tiempos, cuando políticos hechos de otra pasta, mientras la guardia civil entraba a tiros en el hemiciclo, permanecían sentados en sus puestos.
Menos mal que quedan imágenes grabadas de ese momento, porque estoy seguro, que si solo fuera una historia que hoy, yo les contara, se me tacharía de mentiroso, ebrio o demente.
* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...














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