Con la izquierda hemos topado

Con la izquierda hemos topado, eso es lo que debe de decir la Iglesia a lo largo de los tiempos al ser testigo de cómo los neo progresistas hacen todo lo que esté en su mano para debilitar al clero. En Alicante, por ejemplo, el tripartito formado por PSOE, Compromis y Guanyar, ese que ya ha demostrado no saber gestionar pero que no cesa en dar lecciones de buen gobierno, no sé si con la intención de honrar a sus abuelos que lucharon en el bando republicano, la han tomado con la Iglesia y están decididos a rematricular más de un centenar de propiedades de los siervos de Dios. 

Como dijo Yaneth Giraldo, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Alicante, formación poco sospechosa de tener vínculos con el clero, "PSOE, Guanyar y Compromís han vuelto a demostrar hoy que persiguen fines meramente políticos, abriendo una especie de causa general contra la Iglesia". La obcecación de los comunistas y de los socialistas hacia los curas y las monjas, y, sino que se lo digan a las religiosas del Monasterio de la Santa Faz que se pueden quedar sin morada por la estrategia tomada por el extinto tripartito, no tiene límites. Planes diseñados para tocar la moral del clero, para sabotear a esa institución, aquella que tanto persiguieron en la II República quemando conventos e iglesias y que ahora continúan amedrentando con recursos administrativos.

Actuación inútil e incoherente teniendo en cuenta que los mismos que ahora claman por la recuperación de las propiedades presuntamente usurpadas por la Iglesia, pudieron llevar a cabo este proceso cuando estaban en el gobierno. Debían de estar demasiados cómodos en la muñida y confortable poltrona del consistorio como para hacer algo... Siempre digo, y ojalá algún día me equivoque, que la izquierda es experta en crear problemas que no existen a la par que obvian las verdaderas disyuntivas. Mientras el tripartito se empeña en fastidiar al clero, con unas medidas que en nada benefician a los ciudadanos de la urbe, cientos de personas sin recursos no tienen donde caerse muertos y donde refugiarse en las frías noches de invierno. Indigentes, con los que no me corto en dialogar y pasar un agradable tiempo de charla. Personas, hartas, de que nadie se preocupe por ellos, de que no se les faciliten recursos adecuados para sus necesidades como albergues, reacondicionar el hogar provincial… Problemas palpables y que se respiran en el ambiente, pero que como hacen sus jefes, el señor Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, los concejales neo progresistas de la ciudad de Alicante prefieren intentar solventar conflictos inexistentes para subir en las encuestas. Si Pedro Sánchez exhumó el cuerpo de Franco, los socialistas alicantinos pretenden remover el pasado perjudicando a la Iglesia.

A lo largo de la historia de España, la Iglesia ha sufrido distintas desamortizaciones. La de Madoz, la de Mendizábal, y la de Espartero. Todas en menor o mayor medida tenían un sentido, un sino. La creación de tierras de cultivo para dar trabajo a los jornaleros que no tenían pan que llevarse a la boca, solucionar graves crisis con la vente de los bienes de la Iglesia… A diferencia de la intentona del tripartito, a la que todavía no encuentro ninguna explicación, las desamortizaciones se llevaron a cabo con cierto fundamento económico y social. Los planes de los tres jinetes del apocalipsis, me refiero al PSOE, Gunayar y Compromis, están ideados para emprender una cruzada contra el clero. Esa Iglesia, que mientras Pedro Sánchez duerme acurrucado en la Moncloa y va a comprar el pan en el Falcón, acoge a mendigos en las parroquias y les da alimento. Esos curas y esas monjas, que, en la mayoría de las ocasiones, hacen el trabajo que deberían hacer los mismos que llevan persiguiendo a la Iglesia desde tiempos inmemoriales.  

No entiendo la ojeriza de la izquierda contra la Iglesia. Es el típico enfado y rencor que nunca se averigua de donde emana. No creo que proceda del apoyo del clero al dictador Francisco Franco, respaldo que al igual modo que condeno, lo entiendo. Era evidente que los religiosos y sus instituciones no iban a apoyar a la República, ese régimen, que convertía en ceniza los conventos y monasterios a la par que algunos de sus fanáticos violaban monjas y asesinaban curas. Es evidente que el apoyo de los obispos al franquismo forma parte de la historia negra de la Iglesia, pero también no se puede negar el hecho de que los Republicanos no hicieron gran cosa para ganarse el respaldo de los religiosos.

Ya vale de mirar al pasado y de perseguir a la Iglesia como si no hubiera un mañana. En lugar de poner piedras en el camino, deberían colaborar con las instituciones eclesiásticas para socorrer a los incomprendidos, a los necesitados. ¿O es que acaso no es eso lo que hace la izquierda?       

* Jorge Brugos es Coordinador de Comunicación de Ciudadanos (Cs) en Alicante ciudad.