Martínez Alonso (CISC) habla sobre la inmortalidad

"Hoy no tenemos la pócima que nos convierta en inmortales", ha sentenciado el inmunólogo Carlos Martínez Alonso, quien ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa con motivo de la conferencia que pronunciará esta tarde sobre la ciencia y el progreso social como objetivos del siglo XXI, organizada por la Universidad de Alicante (UA).

Ha indicado que es una "responsabilidad" de los investigadores "contribuir a la alfabetización científica de los ciudadanos" para que éstos puedan participar en las decisiones sobre "cuándo, cómo y dónde" ejercer los conocimientos de la Ciencia, y no dejar esa cuestión únicamente a los políticos porque, "en general, son ignorantes" de las últimas tecnologías científicas.

"Hemos sido capaces de construir una sociedad en la que, por primera vez, el hombre es dueño de su futuro", ha subrayado el expresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para quien "no es descabellado decir que nuestro futuro (...) va a estar basado en el desarrollo de la ciencia y de la tecnología".

A este respecto, Martínez Alonso ha destacado que en "los últimos cien años se ha duplicado la expectativa de vida media" gracias a la aportación de la ciencia y la tecnología, y se ha referido a las vacunas -"han permitido eliminar de la faz de la Tierra dos enfermedades", el variola y la polio, ha recordado- y los antibióticos.

Por ello ha juzgado "patético" el denominado movimiento antivacuna por las graves consecuencias que acarrea para la salud la aplicación de sus convicciones, que ha calificado de una "irresponsabilidad", y también ha rechazado el automedicarse basándose en las "recomendaciones del doctor Google".

"Hoy en día, el médico es la persona con mejor y única capacidad para hacer un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado", ha remarcado.

Igualmente, ha explicado que los científicos saben en la actualidad que "el factor de riesgo más importante de las enfermedades es el envejecimiento", razón por la cual las investigaciones se centran en la modificación de genes para retrasarlo.

A este respecto, ha manifestado que se han desarrollado nuevas áreas de conocimiento científico, como las tecnologías genómica, la epigenética o el empleo de las células madres, que mejoran el diagnóstico y el tratamiento de muchas de las enfermedades o pueden contribuir a aumentar todavía más la esperanza de vida.

"Estamos frente a una nueva sociedad en la que el desarrollo científico y tecnológico abre unas posibilidades sin parangón en el futuro, que nos va a hacer más responsables del planeta Tierra", ha dicho Martínez Alonso, para quien hay que responder "a las nuevas necesidades sociales": el envejecimiento, el cambio climático, las energías alternativas y el problema de la alimentación.

Ha defendido que toda la sociedad debe tener la oportunidad de beneficiarse de los avances científicos para evitar "brechas" y ha estimado ineludible que haya un Estado "fuerte económicamente" que aporte un presupuesto suficiente a la investigación, para lo cual también es vital que los ciudadanos paguen los impuestos.

Martínez Alonso ha abogado por la creación de oficinas de asesoramiento científico vinculadas a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, porque, según ha reivindicado, la ciencia ha de llegar "al Gobierno, al Parlamento, al presidente y al Rey".

Eso sí, ha insistido en que el límite sobre cómo ha de ejercerse el conocimiento científico lo debe fijar la sociedad.

Por otra parte, el inmunólogo e investigador del CSIC ha advertido de que si logran extender la actual expectativa de vida media con los nuevos avances de la ciencia, "las implicaciones sociales" serán entonces "extraordinarias" y habrá que resolverlas.

Si llegamos a vivir, por ejemplo, 120 años en un futuro, se abre una incógnita acerca del papel que deben desempeñar en la sociedad los jubilados con una expectativa de vivir 50 años más, ha apuntado.

De otro lado, Martínez Alonso ha revelado que la ciencia está basada en una "dualidad": la competencia y la cooperación, aunque ha admitido que hay una carrera por llegar a ser los primeros en los avances científicos.

Sobre la ética y la moral en la investigación, este experto ha comentado que la utilización de los conocimientos científicos reside en las pautas que la sociedad imponga.