Del Sábado, 04 de Octubre de 2025 al Jueves, 30 de Octubre de 2025
Familias e imbéciles

Mi madre adora la playa, el sol, el Corte Ingles y las novelas (siempre que no sean de miedo). A mi padre le gustaban el Real Madrid y Los Panchos. A mi hermana mayor le chiflan los libros de Stephen King y llora de emoción con la música barroca. A mi hermana menor le encanta la pasta, las pulseras de Swaroski y la música bailable. Tengo un primo que se vuelve loco por el buceo y los tatuajes con calaveras, otro que flipa con Fito Cabrales y tiene acento maño, y otro que tiene, no una, sino dos motazas custom con ruedas más gordas que mi cabeza y habla con acento canario, mi niña.
O sea, en mi familia, como en todas las familias, somos todos diferentes. Nadie pretende que en una familia todo el mundo sea igual. O en una pareja. Mi querida esposa es una amante de las series americanas de renovaciones de casas, de forenses frikis y de vestidos de novia horrendos que nunca gustan a la madre de la pobre chica, fíjate tú, hasta que llega el modisto gay y saca uno divino de la muerte y todas lloran, incluida mi mujer. Y a mi hijo le gustan cosas normales de niños como los Lego de Star Wars, las pistolas y los Playmobil, y otras cosas de la tablet que no puedo describir porque no entiendo. Maincraft o no sé qué.
Y fíjate tú qué curioso: todos convivimos juntos. A pesar de que la playa me cansa, el Corte Inglés me agobia, de que prefiero a Anthony Beevor a Stephen King, de que la pasta la como esporádicamente y la música bailable me repele. A pesar de que no buceo porque tengo asma, de que Fito Cabrales no me mola y de que a las motos les tengo pánico. Yo no juego al MainWars ese o al StarCraft y huyo de la tele como el gato huye del agua y, a pesar de todo ello, sigue siendo mi familia y cuando nos juntamos nos echamos unas risas y hablamos de nuestras cosas como todas las familias. Y cuando las cartas vienen jodidas, estamos todos ahí.
Pensaba en ello el otro día mirando al paisanaje que tomaba sus cervecitas y sus copichuelas en el bar. ¡Qué diferentes todos! A parte de los guiris de turno, tenía por allí una pareja de Barcelona muy enamorados, una familia de Bilbao, tres jovenzuelos de Madrid muertos de risa, un grupito de tinerfeños pijos y dos muchachas del Bierzo que ya son fijas y se ponen de Estrella de Galicia hasta las trancas. Y pensaba en que cómo es posible que no nos fijemos en lo que nos une y siempre estemos con la murga de lo que nos hace diferentes. Como si las diferencias fueran más importantes ¿por qué?
¿Por qué los de Elche odian a los de Alicante? Porque son vecinos y porque los de Alicante se lo tienen creído por ser la capital de la provincia. Pero juntos, ilicitanos y alicantinos, odian a los de Valencia porque se lo tienen creído ya que son la capital de la Comunidad Autónoma; pero ilicitanos, alicantinos y valencianos odian a Cataluña porque se lo tienen muy creído con eso del idioma y los Paísos Catalans. Sin embargo, ilicitanos, alicantinos, valencianos y catalanes odian a los de Madrid porque se lo tienen creído al ser la capital del Estado. Y después todos juntos odian a Francia. Y así sucesivamente hasta el hartazgo. ¿No ven lo estúpido del asunto
Pues a mí, que debo ser muy inocente, España me parece una gran familia llena de individuos con sus idiomas, culturas, y tradiciones diferentes; con sus gustos y sus manías. Con sus malentendidos que se enquistan y llevan a no hablarse durante años. Con personajes que intentan arreglar la situación y otros que meten más leña al fuego por interés, ignorancia o maldad. Y eso mismo se podría decir de Europa y, si me apuran, del mundo entero.
Así que todos nosotros deberíamos decidir si nos llevamos bien o mandamos todo a tomar por saco. Un poquito de generosidad por parte de todos, de empatía y de sentido común hacen más que mil referéndums y dos mil manifestaciones con lazos o aguiluchos.
Que me parece a mí que los que quieren una sociedad uniforme de todos blancos, todos rojos o todos grises no han leído un puto libro de historia en su vida. Y que son los mismos imbéciles que siempre arruinan las reuniones de su familia.













De la ciudad de Alicante | Viernes, 05 de Julio de 2019 a las 19:22:37 horas
Miren, yo odio a los ilicitanos no sólo por su rivalidad real hacia nosotros los alicantinos de Alicante capital entre ellos yo mismo, sino que hasta incluso por ello encima son muy provalencianistas amando a Valencia y al gobierno valenciano que tanto nos da palos, sino que también odio a Valencia sobre todo por robarnos así de esa forma ninguneando bastante más a Alicante no sólo en comparación con Valencia por estar justo ahí la capital de la región sino que hasta incluso en comparación con Castellón pese a ser evidentemente menos importante y tener menos peso que Alicante, y también por mantenernos en tanta subordinación de Valencia capital a tal punto de que no nos dejan tener voz propia a nosotros los alicantinos como yo, por lo tanto al no poder tener voz propia nosotros los alicantinos acabamos siendo hasta los más discriminados pero por partida doble es decir tanto por el mismo gobierno del estado como de la región de la Comunidad Valenciana, acabando siendo Alicante no sólo colista evidente y real en cuanto a inversiones del gobierno valenciano sino que hasta incluso dentro del estado español situando Alicante como de las últimas en cuanto a inversiones del estado español sólo con cuatro provincias por debajo de esta vamos. Lo cual en ese sentido este tipo de rivalidad proviene precisamente de la insurrección de Alicante y gente como yo como alicantino de Alicante capital frente a Valencia, todo ello a raíz de tantos agravios de los que ya estoy cansándome vamos, y a su vez también mi odio hacia Cataluña a su vez porque también agravió de una forma tan despreciable a mi tierra Alicante por supuesto y por encima los independentistas querer llevarse a Alicante con ellos en el momento que se independice Cataluña de España, todo ello porque para los catalanes sobre todo los independentistas en concreto la Comunidad Valenciana forma parte de lo que ellos denominan Países Catalanes y hasta me atrevo a decirlo en español, y en ese sentido al estar Alicante dentro de la Comunidad Valenciana pertenece también a sus Países Catalanes por lo tanto también es tierra de los independentistas catalanes por supuesto. Por todos esos problemas que tenemos Alicante y todos nosotros los alicantinos entre ellos yo mismo con no sólo Valencia sino que también con Cataluña en ese sentido deseo que Alicante se separe de la Comunidad Valenciana, para convertirse Alicante en una nueva región de España sin unirse en ningún caso a otra región como Murcia o Castilla la Mancha desde Albacete por supuesto, para eso voté en las pasadas elecciones municipales de mayo de 2019 y volveré a votar al Partido Alicantino Regionalista Esperanza Ciudadana.
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