La piedra es el único elemento inerte que tropieza dos veces con el mismo hombre

D. Mariano ascendió por las escaleras zurdas del congreso que le llevaron a una altura inferior hacia el Sr. Sánchez, que permanecía paciente, superior e indolente y se dejó felicitar por el perdedor, en el saludo se vislumbró la distancia y la jerarquía que ya les separaba; Mariano no era presidente, Pedro lo era de facto. Más que un saludo, pareció un pésame a muerto viviente.

El gallego se desplazó por el tiempo y el espacio con actitud plomiza, lo hizo como si no estuviera entrenado, como si no practicara footing mañanero, como si su cuerpo estuviera en Saturno y pesara 10 veces más o le costó tanto por la resaca de la tarde previa, por el pelotazo vespertino donde el alcohol y la sobremesa con amigos mitigaron el gigantesco dolor que le embargaba al sentir la patada en el culo que le habían propinado casi todos los españoles representados por los diputados, hasta los que él había pagado con dinero para que le fueran fieles.

Las lágrimas del Sr. Iglesias, los cánticos de la nueva izquierda parecía la celebración de la muerte del dictador y para ellos así fue, dictador y derecha es lo mismo para la secta de futuros tiranos, la mirada esperanzadora de los separatistas catalanes agradeciendo unos a Dios y otros al Universo el advenimiento final expresaba la posibilidad de seguir con la traición a los demás españoles.

D. Mariano olvidó que los hijos de las zorras son zorros y zorras, no son señores y señoras, también olvido el chiste de la rana y el alacrán. El sr. Rajoy terminó haciendo mutis por el foro, era un experto en hacer mutis, pero nunca antes lo había hecho por el foro y tan bien ejecutado por cierto. Su partido se quedó helado, sin cabeza, tronco ni extremidades, sin obligación ni misiones próximas, un cambio de vida sin duda, de oficio y también de beneficio. Nadie lo esperaba, ni los vencedores.

Mientras salía del hemiciclo, Mariano reflexionó -¿Cómo ha pasado esto?- esta vez, el desarrollo de los acontecimientos no le han favorecido, su reputación de estratega in extremis falló, se conjuraron muchos elementos no previstos; la interpretación torticera e interesada de las sentencias judiciales, el apoyo de la prensa,  la traición de los vascos herederos de la tradición Iscariota, la sempiterna santidad de los naranjitos inmaduros, la tozudez del inexperto de Sánchez, la  inacción menguante como estrategia para nada le sirvió y también el fuego amigo, el cruzado de su propio partido, partido que defendió hasta  lo indefendible, que no depuró a tiempo, quizás por miedo a  inmolarse en el intento, la explosión retardada del Aznarismo recalcitrante y exitoso de antaño y corrupto también del que formó parte aunque lo olvidó porque eso eran cosa del antiguo PP.

El Sr. Rajoy, deja a España mejor que la recibió, dice él en su epitafio, pero a quién le importa eso ahora, puede ser que sea así pero la abandona con prisas, humillado y bajo la anestesia de bebidas espiritosas, la deja desnuda y al frío, en manos de quien no sabe bien lo que hay que hacer, lleno de guiños y poses, de poesía ineficaz, de himnos de otros siglos y de miembros y miembras, de paridad matemática junto a los que no se sienten españoles y quieren reventar el invento y ven como sus posibilidades han aumentado acompañados de populistas que quieren mejorar de estatus y de casas.

Por sus errores y los del PSOE, por las cagadas de los Bipartitarios que han gobernado estos últimos 40 años de democracia, tenemos hoy cosas nuevas; extrema izquierda y separatistas en las instituciones y con el fraccionamiento de su partido en su huida el nacimiento de la nueva ultraderecha también. Y todos legalmente por cierto.

Le deseo la mejor suerte en su plaza de registrador en Santa Pola, Alicante es un buen sitio, pero cuando llegue no será Alicante, será Alacant, vaya usted acostumbrándose como nos pasa al resto de los mortales de los que ha pasado usted a formar parte.

Señoras y señoras, otra vez las Dos Españas que tanto daño hicieron han renacido, All that Jazz, el espectáculo debe continuar, el primer actor  ha sido sustituido, Mariano no está, Salve Pedro y que Dios te acoja en su seno.

Como Forjes auguró, la piedra, es el único elemento inerte que tropieza dos veces con el mismo hombre...

* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...