Día Sábado, 22 de Noviembre de 2025
Sentido común, tradiciones, inteligencia y estupidez

Oigan ustedes, hoy les hablo del Neototalitarismo que se acerca sin pausa, les hablo de los estúpidos felices, de los Inteligentes cobardes, de la egolatría y el consumismo. De la normalización, del victimismo y la falta de imaginación reinante producto del olvido del sentido común y nuestras tradiciones sin sistema nuevo a seguir a partir de hoy. Les aconsejo que lean a Hannah Arendt.
Los últimos acontecimientos que nos inundan, la malicia del ser humano, el entronamiento de la clase dirigente que manipula su elección para perseverarse en tiempo y espacio, la inconsistencia de la ciudadanía, la inteligencia como algo negativo a evitar y erradicar, la banalización de las personas, los roles previos retirados, la filosofía del no esfuerzo, la impunidad del victimismo, no de las víctimas reales, sino de las huecas y falsas como método de nueva lucha de identidades marxistas, la falta de moralidad, ética y justicia, no hacen más que constatar a nivel global, mundial y seguro que universal, la perdida de significados, la perdida de sentido, de inteligencia, de cultura, que se manifiesta en su máximo esplendor en el del sentido común ausente, ese sentido común que se obtenía otrora de la cultura, la información, el libre pensamiento y las costumbres y tradiciones heredadas.
Todo esto cristaliza en un aumento de la estupidez que aglutina y une a las masas en eficaz engrudo.
El ser de nuestra cultura, de nuestra civilización, de nuestro sistema económico para la supervivencia, se basa en el paradigma de que "la autoadulación, la jactancia ególatra de uno mismo y de cada uno, es la mejor recomendación", no es importante lo que eres sino lo que dices y dicen de tí, mentir está al cabo del día, nada se comprueba, la información ha pasado a ser un objeto de consumo rápido y corto, fugaz y no veraz. Es la publicidad llevada al máximo, el consumismo irreverente hacia el infinito diciéndonos que si no se compra lo que dicen necesitamos, nos arrasará la crisis próxima y la infelicidad.
Este sistema de reperiquete, de matamoros y palangana de matasietes es lo que interesa. Todo y todos estamos en constante venta, todo tiene precio, hasta los sentimientos, deseos y sueños. Las civilizaciones anteriores no se basaban en semejante estructura, mezclaban la tradición con el orden, el miedo y la cultura, los roles eran injustos pero claros y protectores. Los derechos provenían de la polis y ninguno era fundamental al inicio. Nuestra terapia actual de intereses creados, consiste en pagar mucho dinero a los que nos dicen que tienen la solución a nuestros problemas y enfermedades, damos al dinero una connotación mágica que no es cierta y además nunca sucede.
Toda la esfera de la vida cotidiana, que vive gracias a costumbres y tradiciones, ha sido desmontada por esta pérdida de sentido común y esta estupidez instalada en nuestros cromosomas, desmoronándose nuestra sabiduría común y popular heredada y desde ahora, nunca más transmitida. Esta sabiduría, se ha cambiado por eslóganes cortos publicitarios, de rápido consumo, sin evidencias. Si algo se dice es cierto, nadie analiza ni comprueba. El problema es que a este derrumbe estructural, no le ha seguido la proposición de un nuevo sistema, no hay nuevo paradigma para la sustitución del que hasta ahora se había encargado de nuestra protección y supervivencia.
Sabemos que vivimos en un mundo desordenado, en una constante lucha entre control y caos, esto nos caracteriza, un mundo en el que ya no está claro que para mejorar, haya que acatar las reglas, y no me refiero a las leyes, hablo de las reglas del sentido común y las tradiciones. Ante semejante desierto intelectual, el amanecer, el futuro, no es tranquilizador. Lo que sobreviene, aunque nadie lo reconozca, es malo. Los inteligentes, se asquean al comprobar que ellos también tienen mucho de estúpidos o más bien de cobardes, de mudos con ojos abiertos sin gónadas. Los otros, son sencillamente estúpidos, tontos felices que nada analizan y todo lo tragan sin aspavientos. Así que entre tontos y cobardes nos movemos, este es el campo de cultivo.
Lo que está por venir y ya toca, como pasó antes en el siglo XX y por otros motivos, es el "TOTALITARISMO", el Neo-totalitarismo más bien, travestido en democracia y derechos inanielables. La estupidez no se cura con dinero. Se cura con formación, con cultura y eso es lo primero que se retira de los planes de estudio. Ha llegado un punto, en que la estupidez, que solo ofendía a los inteligentes, muy pocos en número, y hacía felices a los no inteligentes, muy abundantes, no nos deja ver el riesgo de olvidar los consejos de la tradición y la costumbre de analizar los hechos propios en sus evidencias.
Lo que viene es la igualdad impuesta desde el cercene de las cabezas brillantes, de lo original, de lo único, de lo creativo y el reino del tapabocas simplón, de la víctima hueca que pide que otros le arreglen la vida sin hacer nada, llenos de derechos teóricos no respetados por nadie y de ninguna acción.
El que crea, genera, innova, es peligroso, se diferencia del resto y por tanto debe ser enagenado, apartado, adormilado, hasta hacerlo desaparecer porque es peligroso.
El Neototalitarismo que se barrunta será la lacra que nos domine. Mucha dosis de imaginación y de inteligencia se necesitarán para luchar contra este estigma y mucho valor también. Cualidades que hoy no existen.
* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...














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