El manzano no es responsable de sus manzanas

Oigan ustedes, he leído en la prensa, que en el Ayuntamiento de Madrid, a raíz de lo sucedido en Estados Unidos hace meses, se ha creado un grupo de trabajo para desarrollar normas igualitarias en función del género donde se prohíban comportamientos que expresen el machismo.

La primera norma que se discute, es la distancia entre la piernas máxima permitida a los hombres al sentarse en los trasportes públicos. Por eso, se me ha ocurrido escribir una carta de catarsis a ustedas;

Queridas mujeres en particular y género femenino en general. Les escribo para pedirles perdón.

Perdón por pertenecer al impresentable grupo del género masculino, lo peor, como bien saben.

Si señoras, soy hombre y me avergüenzo por eso.

Perdón por ser peludo, calvo y rechoncho.

Perdón por mis hormonas, que me definen y condicionan.

Perdón por la educación recibida antaño, en peores e injustas épocas, comparadas con las de hoy, y por cierto, recibida de mi madre y abuela, mujeres al fin y sin cabos y mas machistas que Machín.

Perdón por sentarme abierto de piernas, espatarragándome y ocupando mucho más espacio del necesario, invadiendo el espacio que por derecho le corresponde a los seres  femeninos y agraviándolas con este comportamiento tan injusto, deleznable y cruel.

Perdón por tener mis gónadas fuera de la barriga, porque a temperatura corporal no funcionan como deben y tienen que estar embolsadas fuera del cuerpo, dentro de mi escroto, por cierto, órgano único, masculino, y no compartido, típicamente de hombre. Ahora acabo de entender, el por qué a casi todas las mujeres, les gustan los bolsos, ¿Lo entienden?

Perdón por protegerme y salvaguardarlas (mis gónadas o testículos) al sentarme.

¿Han pensado ustedas cómo se sentarían si tuvieran los ovarios entre las piernas? ¿Saben ustedas lo que duele pillarse los cojones uno mismo al sentarse y no poder gritar a nadie como responsable único después de haber recuperado el aliento y poder hablar sin gemir?

Hasta ayer, no me fijaba en cómo me sentaba en público y desde hoy lo pienso antes de hacerlo, para, sobre todo, no cometer una nueva ofensa machista de género.

Después vendrán los cartelitos censuradores públicos; "prohibido sentarse a los hombres con las piernas abiertas". Las mujeres si lo hacen será por algo vital, importante y que no es punible, por supuesto, que mis testículos son unas gónadas de segunda, banales, irrelevantes y substituibles por cualquier banco de esperma.

Si el que se sienta desparramado es hombre; "agresión de género machista", si es mujer; "progresista convencida expresando su libre sexualidad".

Me siento, de sentarme ahora, cada vez de formas más raras y artificiosas, ¿cuál es la distancia máxima legal de separación de piernas al sentarse un hombre?

Me siento, ahora de sentir, de sentimientos, a partir de hoy, más tonto contemporáneo.

Perdón por confundirnos y meternos a todos en el mismo saco o escroto, hay personas maleducadas y maleducados que se sientan, de sentarse, sobre sus culos, en público, de forma incorrecta, pero hay otros y otras que lo hacen bien. No es bueno confundir la manzana con el manzano...

Perdón otra y mil veces más por existir.

Fdo. Presidente de la aeesf (asociación española de eunucos sin fronteras).

* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...