"Si quieres resultados distintos, no hagas lo mismo"

Oigan ustedes, Einstein decía "si quieres resultados distintos, no hagas lo mismo", pues hagamos nosotros justamente eso y obliguemos a nuestros políticos también. Señores independentistas, háganselo mirar. Señores del Gobierno, un poco más de decisión, Sr. del Govern deje de parecerse a una veleta en pleno huracán.

El principio de acción y reacción corresponde a la tercera ley de Newton. Éste afirma que: "Todo cuerpo A que ejerce una fuerza sobre un cuerpo B experimenta una fuerza de igual intensidad en la misma dirección pero en sentido opuesto".

Nosotros también a nivel social estamos influenciados por esta ley; el ser humano con su acción sobre otro provoca una reacción. Esta variable es simplona pero cierta, hay otro factor en la ecuación. Queridos amigos,  ¿Qué pasa cuando no se hace nada?, cuando nunca se hace nada... ¿Mejoran las cosas? ¿Se diluye el problema como una pastilla efervescente?, ¿Se olvida el delitos y la ofensa?, ¿Se reconducen los errores ellos solos o se enquistan? Yo considero que la inacción; no hacer nada, la omisión, es en sí misma una acción, la ausencia de respuesta, provoca acontecimientos y genera  reacciones que casi siempre son negativas...

Los españoles tenemos la mala suerte de vivir la coincidencia de dos dirigentes coetáneos en puestos claves de decisión, enfrentados en singular combate y que por culta de sus peculiares características nos arrastrarán al precipicio. Tenemos, en un lado del ring al gallego más lento conocido, el Santo Job, se suicidio después de conocerlo, también conocido en el mundo del boxeo como "la tortuga coja". En el otro lado del ring, está el catalán que siempre repite lo último que oye, el hombre que al llegar a casa, como tiene 2 cerraduras, mete una llave, la saca, no abre, mete la otra, no abre y así hasta que su mujer desesperada le deja pasar, también conocido como "el trialero interruptus".

Hoy los tenemos a los dos, a Mr. Tranqui y al Sr. Dudas mirándose a la cara, escribiéndose cartas, dando ruedas de  prensa, estirando el chicle y superando la resistencia elástica, con suerte a ver si les salta a un ojo y además de raros se quedan tuertos. Al gallego, le gusta mucho contar; 153, 154, 154 y cuarto, 154 y medio, 154 y tres cuartos, como llegue al 155 a alguien va a hacerte  pupita, pero coño, nunca llega al 155. Y si no el otro, el catalán hábil y divergente; ahora la promulgo, ahora la anulo, ahora elecciones legales, no, mejor seguir el mandato del pueblo catalán, ahora me inmolo, ahora me legalizo... joder que tío... creo que hasta su esposa se ha ido a Rumanía después de abrirle la puerta de casa y está dudando en volver.

A estos dos personajes les digo que la vida es un eco, lo que envías, regresa y muchas veces amplificado. No entiendo, como es posible que se extrañen los dos de las cosechas que tienen y no admitan, sin embargo, lo sembrando durante más de 40 años. Les recuerdo que tengan cuidado con los que han pisado para subir porque cuando caigan, que caerán, se los van a encontrar de frente y con una sonrisa. A los dos les digo, que lo que se niegan a aceptar, les seguirá ocurriendo. Que sepan que la historia, tiene la mala costumbre de repetirse y parece ser que no la han estudiado bien o les han contado bastantes milongas falsas. Para terminar decirles que nadie escapa de sí mismo, ellos son prisioneros de su indecisión pero a nosotros nos gustaría escapar de ellos para siempre... no caerá esa breva, si fuera así, eso sería otra historia, seguro que mejor...

* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...