Del Sábado, 04 de Octubre de 2025 al Jueves, 30 de Octubre de 2025
Carta a las dos Españas

Oigan ustedes. Ayer estuve leyendo periódicos, oyendo radio y viendo la tele. Después sentí una pena profunda, lástima por pertenecer a este país convulso, irreflexivo y pasional que se ha especializado desde siglos en dispararse tiros en el pie y que vive fracturado en dos Españas reancidas del pasado. Por todo esto, he escrito una carta a la ciudadanía, ahí va;
Queridos conciudadanos. Me da igual a la España que pertenezcan pero me gustaría hablaros si son gente honesta y justa, si no lo son, no sigan leyendo, no me van a entender.
Ya ha pasado lo que tenía que pasar, lo que los tertulianos al uso negaban con insistencia hablando de respeto, democracia y equidistancia y tachando de fachas y anti demócratas a los que decían que era el principio del fin, pensaban que nunca sucedería pero ha llegado el día y les ha cogido con el paso cambiado.
Me siento ciudadano de un país dirigido por fantasmas, el político que tiene valía es repudiado por los otros, los mediocres. Estos fantasmas son los que actualmente usurpan la direcciones en sus partidos y este hecho es transversal, a todos afecta por igual. Que mala suerte para todos los mortales. Al oír a Josep Borrell arengando la manifestación de Barcelona en contra de la independencia, no entiendo cómo puede estar retirado este hombre de la política, hacen falta muchos como él, pero claro, Josep no es un mediocre, sus propios compañeros lo han defenestrado por este motivo porque sepan ustedes, para ser político hoy en España, hay que ser mediocre, loro y sin problemas proctológicos. Josep derramó claridad de conceptos, valentía, honestidad, cultura, brillante expresión, poliglotía; habló español, catalán, francés e inglés... y sobre todo pasión y ningún miedo a posicionarse con lo que cree justo. Ya podía tomar nota Sánchez "el de los atajos sin honor" , aprender algo también Zapatero "el inútil descalzo", Rajoy "el despacito", Rivera "el guapo contenido" e Iglesias "el vengador justiciero".
Que mezcla explosiva de mediocres, oportunistas y cobardes, casi todos ellos corruptos jaleados por tontos útiles de buena voluntad adecuadamente manipulados e informados con intención torticera. Y otros muchos, malas personas, vengativas, inventores de la otra historia junto a los ingenuos y analfabetos de facto. La gente que ha callado, que ha permanecido en silencio viendo, sabiendo el percal y viviendo la intolerancia fascista actual también son responsables, muy responsables, cuando les toque a ellos que no pidan ayuda a los demás, las empresas catalanas han estado cohabitando y favoreciendo esta situación y ahora, muy tarde salen despavoridas hacia Madrid, han tenido que sentir el agua en el cuello para huir y no tener que usar escafandras.
Que daño han hecho los equidistantes y meapilas de lo políticamente correcto. Pero les llegó la hora de posicionarse a todos ellos, no hay cupo para la indefinición, me encantará ver entonces sus caras, el rictus de miedo ante la bestia despertada por ellos mismos; O eres independentista o eres constitucionalista. No hay grises ni circunloquios evasivos ante pregunta tan concreta. La caja de Pandora no se debe abrir y estos idiotas han perdido la tapa y ahora intentan evitar, solo con sus manos que salga el monstruo.
Lo que más siento es el abandono de la sociedad que nunca dice nada, la hemos dejado sola y todos somos responsables. Siento vergüenza al ver cómo una democracia de 40 años en una de las naciones más importantes, antiguas y desarrolladas de Europa, se puede ir al garete. Si en algo somos buenos los españoles, españolas y españulos, no quiero dejarme a nadie, ha sido el perder todos los trenes históricos por consignas que favorecían a todos menos a nosotros mismos; perdimos la revolución económica, industrial, política y cultural.
Parecía que el tren de Europa lo habíamos cogido pero si esto no se arregla, el final de Europa empezará con la independencia de Cataluña y nosotros nos quedaremos solos otra vez en la casilla de salida. Que harto estoy de vendedores de humo, salvadores de patria que viven a costa nuestra. No se merecen ni nuestra atención ni nuestro voto. Exijamos elecciones a nuestros dirigentes, cambiemos de interlocutores, gente válida, valiente y justa, desconocida.
Si para algo ha valido toda esta crisis, ha sido para definir a nuestros ilustres políticos. Cuando lo consigamos, votemos con la cabeza por una vez, dejemos el corazón y la barriga para amar y comer. Miren, vean, analicen, reflexionen y decidanse por cambiar las cosas y además haganlo en voz alta, sin vergüenza y si alguien se ofende o les grita, ni caso, que aprenda a ser demócrata de verdad como somos nosotros que llevamos años escuchando a todos en silencio.
No es momento de miedos ni cobardías. Después de votar, si hay elecciones anticipadas, esperen con los dedos cruzados no perder el último tren, el de Europa y recuperemos una España sin demencia. Por dios que tengamos algo más de suerte en el futuro. Lo que pase después, será otra historia...
* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...














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