COMPAÑÍA DE JESÚS
El colegio Inmaculada-Jesuitas de Alicante celebra su 60 aniversario

El colegio Inmaculada-Jesuitas de Alicante celebra este curso 60 años del inicio de su proyecto educativo en la ciudad. En la actualidad estudían en sus aulas 1.500 alumnos de todas las etapas: Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato.
Las 1.500 alumnas y alumnos y el profesorado del colegio Inmaculada-Jesuitas de Alicante se han congregado esta mañana frente a la fachada principal del centro para plasmar con una fotografía el 60 aniversario de la apertura del colegio en Alicante.
Este prestigioso centro educativo, que lidera los ránkings de los mejores colegios de la Comunidad Valenciana, inició su andadura en Alicante en el curso 1956-1957 siguiendo la estela del colegio Santo Domingo de Orihuela. Fue el regreso de la compañía de Jesús a la labor educativa en Alicante. En aquellos primeros años el colegio era un internado con alumnos procedentes de toda la provincia y de zonas limítrofes. De hecho, de los 557 alumnos de ese primer curso de 1956 sólo 158 procedían de la capital alicantina. A finales de los años 60 empezaron a asistir a las clases de PREU las primeras alumnas y más tarde se fueron incorporando más chicas al resto de niveles educativos. Durante todo este tiempo han cambiado muchas cosas, pero el objetivo sigue siendo el mismo que ha guiado a los centros de la Compañía de Jesús: la búsqueda de la excelencia académica, humano-social y cristiana.
En 1956 los terrenos que rodeaban el colegio Inmaculada eran secos y yermos, con apenas unos cuantos algarrobos y almendros. La imagen era muy diferente a la actual. Pero los primeros jesuitas decidieron llevar a cabo una impresionante repoblación forestal en la seca ladera de la Serra Grossa y plantaron allí más de medio millón de árboles. Los pinos actuales no siempre estuvieron, son consecuencia del esfuerzo y la determinación de la primera comunidad jesuita del Colegio Inmaculada. Desde el año 1956 han pasado por el colegio miles de niñas y niños, adolescentes y jóvenes, y se podría decir que por cada uno de ellos hay un árbol plantado en la ladera.
* Imagen: Pilar García Álvarez

















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