ÁLVARO ACUÑA Domingo, 18 de Octubre de 2015

Alicante vibró al ritmo de Izal, Varry Brava y Second

En una reciente entrevista Mikel Izal, vocalista y compositor de Izal, declaró que “la felicidad no es un continuo, sino momentos”. Uno de esos momentos lo pudimos vivir este sábado en la Plaza de Toros de Alicante escuchando a tres de los grupos más potentes del panorama independiente nacional: Izal, Second y Varry Brava, celebrando a la vez los estrenos en directo tanto de “Copacabana”, tercer álbum del quinteto madrileño, como de “Viaje Iniciático” octavo disco de los murcianos Second.

Varry Brava, primeros en salir al escenario del coso alicantino, ponían con su actuación el broche final a su “Gira Ilegal”, que toma el nombre de una de las canciones de su último disco “Arriva. 16 horas de juego y 4 litros de bebida energética”. Fieles a su estilo no defraudaron a ninguno de los presentes. El desparpajo, frescura y buen humor fueron los ingredientes necesarios para convertir su actuación en puro espectáculo. Los contoneos inconfundibles de Óscar, las poses atrevidas y descaradas de Aarón con su estilismo divertido y sin inhibiciones metieron al público en el bolsillo desde los primeros temas. Mucha influencia de la música bailable y ochentera es lo que destilan estos murcianos y que pudimos constatar en canciones como “Playa”, “Fiesta”, “Ilegal” o “Oh, Oui Oui” de su álbum más reciente, además de los ya clásicos “Calor” o “No gires” que provocaron el éxtasis y la euforia haciendo saltar, cantar y gritar a toda la concurrencia.

Second y su "Primera Vez"

Estaba el ambiente del auditorio en su momento excelso cuando aparecieron en el escenario Second. El nuevo disco de la banda de Murcia ha salido hace una semana al mercado. A excepción de un par de temas, entre los que pudimos oír el que ha sido su single de adelanto “Primera vez”, quizás era demasiado temprano para seducir a una audiencia poco familiarizada todavía con las nuevas canciones como para hacerlas suyas, pero muy fidelizada con sus temas cumbres. Y fue este último el camino elegido por el que transitaron a lo largo de su actuación siendo la visagra perfecta entre lo que habíamos vivido anteriormente con Varry Brava y lo que nos esperaba con Izal. Asistimos a un directo enérgico, intenso y mágico. Enérgico desde el mismo tema que abrió el concierto “2052”, intenso con la que le sucedió “Psicopático”, y mágico cuando sonó “Muérdeme”, con el que vivimos uno de los grandes momentos de la noche. La fiesta continuó con otros grandes himnos de la banda como “Las serpientes”, “N.A.D.A” y su gran hit, “Rincón Exquisito”. La energía de Sean Frutos es contagiosa, y el buen hacer de la banda entregándose en cuerpo y alma en cada tema les hace más admirables con cada nuevo trabajo. Con ellos el escenario de la plaza se hizo más grande.

Y como era de esperar tanto por la cantidad de camisetas que se veían en los asistentes como por el lleno que a esas horas había en la plaza, Izal era la banda esperada. Desde aquellos inicios con salas semivacías a los recintos y locales llenos hasta la bandera apenas han pasado cinco años. Izal es hoy en día uno de los pocos grupos nacionales capaces de generar una expectación tan desmesurada. Sin duda, se han convertido en la banda de referencia. El público estaba ansioso por ver a los madrileños y se desató la locura cuando subieron al escenario y empezó a sonar “Copacabana”, que abrió su actuación y que sus seguidores corearon a la perfección. Del nuevo disco sonaron unas cuantas canciones más: “En Aire y Hueso”, “Arte Moderno”, “Los Seres que me Llenan” y “Pequeña Gran Revolución” carta de bienvenida a su primera sobrina y la mayor canción de amor que Mikel dice haber escrito. Pero también interpretaron buena parte de los temas del disco “Agujeros de Gusano” y otros de su primer trabajo “Magia y efectos especiales” no tan habituales y que recuperaron para esta ocasión como “A nuestros rincones”. No se puede decir lo contrario, el público se sabía de memoria todas las letras y no dejamos de disfrutar en ningún momento, hasta culminar como no podía ser de otra manera en un final apoteósico con dos de sus temas más célebres: “Qué Bien” y “La Mujer de Verde”.