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ROSA SÁNCHEZ Martes, 09 de Junio de 2015

Querido X

Empiezo a preocuparme. El otro día me confesaba una amiga que tenía ganas de encontrar a alguien y enamorarse o, incluso, le valía tener aunque fuera un "rollito", pero quería sentir esos escalofríos, esas mariposillas y, en definitiva, esa elevada tontería del comienzo de las relaciones (y de paso rebajar el calor de las hormonas revolucionadas por la primavera). Y me di cuenta de que yo, por el contrario, no estaba nada receptiva y mi motivación para con los hombres es nula ya desde hace algún tiempo. Que me estoy acomodando a mi vida sin pareja y ni siquiera la primavera me altera. De repente, la imagen de la loca de los gatos de 'Los Simpsons' acudió a mi mente como el fantasma del futuro y entonces sí sentí escalofríos de verdad. Vosotros reíros, pero cuando los mininos campen a sus ancas por mi casa a mis vecinos no les hará tanta gracia.

 

Fuera de bromas, esto me ha hecho reflexionar y por eso quiero publicar esta carta: A TI: Amor, ven cuando tengas que venir, pero no tardes demasiado que la espera desespera, hasta que se vuelve indiferencia. Que me estoy acostumbrando con gusto a lo malo conocido y mi mal es la soledad. Amor, no te precipites, pero no tardes demasiado que mis manías, fobias y filias le están ganando la partida a mis ganas y mi pasión. Que la rutina está durmiendo mis sueños y de tanto que los desengaños han roto mis ilusiones temo no poder recomponerlas la próxima vez. Amor, no corras, pero no tardes demasiado, que mis miedos están cambiando; ya no me horroriza no poder saltar, ahora lo que me aterra es volver a hacerme daño con la caída. Amor, tómate tu tiempo, pero no tardes demasiado que se me están olvidando las historias que te iba a contar antes de ir a la cama.

 

Que los golpes y los años han endurecido mi piel y mi corazón y necesito que ablandes de nuevo mi carne y aceleres mis latidos. Amor, llega en el momento justo, pero noo tardes demasiado que no me queda estómago para seguir besando más princesos que se convierten en sapos. Que tengo que recuperar mi inocencia para creer otra vez en cuentos de hadas, volver a jugar a pesar de haber perdido mil veces y vender menos cara mi confianza. Amor, no te apresures, pero no tardes demasiado que tu vacío sigue llenando mi alcoba, mis fotos, mi vida... Pero cada vez me cuesta más echarte de menos. Que he dejado de buscarte porque no sé si quiero encontrarte. Amor, dame una señal, dime que estás ahí. PD. Abstenerse si no eres TÚ.  

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