10 frases que 'nunca' deberías decir (2ª parte)

Seguimos con el ranking de frases 'memorables'. Ahora empieza lo bueno de verdad...

- 5. “No estoy preparad@ para el compromiso. Te mereces alguien mejor”. Ésta es un 2x1, ya que suelen ir unidas, aunque también pueden funcionar solas. La primera parte, aunque tiene tela, podría ser pasable siempre que se diga al comienzo de una relación. Es mejor dejar claras las reglas antes de empezar a jugar y que cada un@ decida si quiere seguir adelante o no. Y la segunda, ¿quién eres tú para saber lo que me conviene o no? Déjame decidirlo a mí. Y sí, probablemente si alguien es capaz de decir semejante chorrada, es que la otra persona se merece una pareja mejor.

- 4. “Te quiero, pero como amig@”. Ya estamos otra vez regalando migajas. Es verdad que a veces es muy difícil no traspasar la frontera entre amistad y amor y que nos podemos sentir tentados de “dejarnos querer”, que a nadie le amarga un dulce. Pero, por favor, intentemos no llegar al punto que la otra persona se ilusione y llegue a “declararse”. Y si es así, en vez de estas palabras, mi humilde recomendación es cambiarlas por: “Lo siento, me gustaría quererte igual que tú, pero no puedo”. Doler va a doler igual, pero deja otro regusto distinto al ya consabido premio de consolación. Y llegamos al pódium:

- 3. “Te quiero” (cuando no lo sentimos). Quizás esta sea una de las frases que en menos letras encierran mayor significado y sentimiento.  Y una de las más bonitas. ¡No la banalicemos!  No es necesario desgastarla con el primer@ que se nos cruce, o porque “toque” decirla. Si no lo sentimos (y sabéis de lo que hablo) es mejor callar y esperar a que ese sentimiento florezca o directamente dejar partir a la persona con la que estamos, por eso, porque no la queremos.

- 2. “A ver, que yo lo único que quería era echar dos polvos contigo”. ¿Se puede ser más mamarracho? (Retiro la pregunta, que prefiero no tentar a la suerte con las respuestas). Para más inri, me lo dijo por WhassApp. Supongo que fue mejor así, porque si le llego a tener delante… Lo que más rabia me da es que el individuo en cuestión pensará que estaba loquita por sus huesos. ¡Iluso! ¿Cuándo van a aprender los chicos que a nosotras también nos puede apetecer en un momento dado tener sólo una aventura, un “rollo” (lo que “viene siendo” simplemente sexo) y que no es necesario que nos adulen con zalamerías y nos regalen el oído con falsas promesas? Lo que no tolero es la mentira y, sobre todo, la falta de respeto.  Se pueden hablar las cosas y aclararlas como personas adultas sin ofender a nadie.

- 1. “Para mí eres como una manzana, jugosa y apetitosa, que cuando la veo me entran ganas de comérmela, pero si no la veo, no me acuerdo de ella o me puedo comer una pera”. Lo más triste es que yo era un mero capricho y él una necesidad; yo una manzana y él el agua. Apenas pude decir nada en ese momento, bastante tenía con aguantarme las lágrimas y evitar que se derramara con ellas lo que me quedaba de dignidad. Mi fallo fue no querer ver que él no era mucho de beber agua; los fines de semana tomaba Jack Daniel’s con hielo. En su defensa alegaré que tiempo después me pidió perdón. Perdonarle le perdoné, pero sus palabras no las he podido olvidar. ¡Nadie es una manzana! ¿Con cuál os sentís identificados? ¿Cuál sería vuestro ranking particular?

*Rosa Sánchez es periodista. Máster en Dircom y en Marketing de Moda y Belleza. Especialista en Redes Sociales.