Como la pipa de un indio: golpe maestro a la adicción

Este artículo es el tercero y último de una serie de otros dos sobre el proceso de dejar de fumar: el primero de corte motivacional y un segundo enfocado a qué hacer la primera semana para preparar la retirada. Con él cerramos esta pequeña trilogía que comenzamos a finales de mayo para conmemorar el “Día Mundial Sin Tabaco”. Ya llevas una semana consumiendo un 40% de la nicotina que normalmente sueles fumar, utilizando diversas técnicas de autocontrol conductual y motivacional.

Esta semana vamos a preparar una segunda reducción de tabaco y preparar un dia “D” y una hora “H” para dar un golpe maestro al tabaco y dejarlo definitivamente. Lo ideal es que esta semana hagas una nueva reducción a la mitad. Si normalmente fumabas veinte cigarrillos diarios y la semana pasada han sido unos 10, vamos a comenzar una nueva tanda de reducción dejando a lo sumo 4 o 5 cigarrillos diarios. No es tan difícil, pero te recomiendo que no te dejes los cigarrillos más difíciles para el final. Esto es: si tus cigarrillos más importantes del día son el de recién levantado y los de después de comer y cenar, es importante que los elimines ya. ¿Cuál es la lógica? Muy sencillo: si elimino esos cigarrillos “tan importantes” ahora mismo, aún me puede quedar el “consuelo” de otros cigarrillos a lo largo del día, pero si los dejo justo para el final, la barrera psicológica puede ser demasiado grande.

Debemos aprender a soportar el vacío que dejan esos cigarrillos, y es mejor hacerlo cuando aún no hemos dejado de fumar del todo. Una vez hecho esto, es preciso que elijas un día de la semana que viene para dejarlo y que realices algunos rituales que te ayudarán bastante:

1.- Tira a la basura todas las reservas de tabaco, puros (incluidos los de las bodas que atesoras en el mueble bar), mecheros, ceniceros y todo aquello que te recuerde a que un día fuiste fumador.

2.- Haz limpieza a fondo en casa y en el coche, lava cortinas, tapicerías, pon ambientadores, compra algunas plantas.

3.- Comienza a practicar algún deporte acorde a tus gustos.

4.- Dile a TODO el mundo que has dejado de fumar.

5.- Durante unos días, rechaza invitaciones para quedar con amigos que fumen, si verdaderamente son buenos amigos lo comprenderán. Cada día que te levantes de la cama piensa “hoy no fumo… mañana ya veremos”. De este modo se te hará más llevadero. Si comienzas a repetirte “nunca más voy a fumar” te aseguro que vas a volver a hacerlo en menos de cinco minutos. Haz una lista con las situaciones que pueden hacerte recaer y la manera de evitarlas. Las típicas suelen ser: grandes celebraciones, curiosidad (¿qué pasaría si me fumo uno sólo?) o disgustos imprevistos. Si bien hay cosas que no se pueden prever de antemano, es bueno dejar cabos atados e improvisar lo menos posible, planificándolo todo cuidadosamente. El resto es cuánto eres capaz de creer en ti mismo y en tu gran decisión. Por experiencia te aseguro que es posible y que las personas que lo consiguen no son nada especiales, sólo han decidido dar el paso de ganarle la batalla al tabaco.