Día Sábado, 22 de Noviembre de 2025
Ciudadanos de un lugar llamado España

En la boda del príncipe Harry con la actriz Megan Markle algunos se fijaban en los vestidos, otros en las murmuraciones de los novios o en los famosos que desfilaban camino al enlace. Un servidor, se percató del orgullo patriótico británico al comprobar como miles de ciudadanos agitaban la enseña de Gran Bretaña emocionados mientras vitoreaban a los príncipes.
Sentimiento nacional, que desgraciadamente, en nuestras fronteras, causa estupor, urticaria y rechazo. Todo el que llevaba la bandera de España en la muñeca era un facha, un franquista, un dictador nostálgico del pasado y cómplice del régimen del 78. Enarbolar la rojigualda era para algunos, sinónimo de apoyar a la derecha y de ensalzar a esa determinada forma de pensar tan odiada por los comunistas. Gente de izquierdas tenía miedo a nuestra bandera, a nuestra seña de identidad, al símbolo que nos sitúa en el mapa, el signo con el que nos reconocen en el mundo.
El que escribe estas líneas era encasillado en la parte derecha del mapa político pese a tener ideas socialistas por el simple hecho de que mi muñeca vaya ataviada con una cinta con la bandera de España. Lo importante era la forma, no el fondo de la ideología de las personas, por muy socialista que fueras, ir con la bandera de España te transformaba en un liberal conservador. Fueron muchas las personas que me recomendaron despojarme de la pulsera rojigualda, por miedo a la connotación política equivocada que la gente pudiera tener de mí. Pero nunca me la he quitado, amanezco con ella y duermo con ella, porque amo a la bandera, amo a mi país.
Las cosas, parecen haber cambiado, y gracias, quién lo iba a decir, a Carles Puigdemont y a toda su pandilla, terminando con el señor Torra. Porque cuanto más odio o rechazo muestren a nuestras señas de identidad y a la cultura española, más gritaran los insumisos, y los callados no dejaran de hablar. La Cataluña silenciosa, ha dado un chute de valor a la España miedosa. A todos esos españoles que tenían miedo del que dirán. Que dirán si pongo la bandera en el balcón, que dirán si grito viva España, que dirán si me paseo con una pulserita rojigualda… Un pesar a las murmuraciones, que ya es historia, y lo es en parte gracias a todos aquellos ignorantes analfabetos como Ada Colau y el resto de independentistas que utilizan el termino facha a las primeras de cambio. Han banalizado el termino, han degradado su significado. Todo el que piense distinto a ellos es un fascista que tiene al Duque y al caudillo como referentes. Muchos son los llamados fachas. Serrat, Manuel Valls, el Almirante Cervera, Albert Rivera…
Es por ello, que con el beneplácito y el impulso de este último y de Ciudadanos, ha surgido la plataforma cívica apoyada por la Asociación de las Victimas del Terrorismo o Sociedad Civil Catalana entre otras, España Ciudadana. Grupo constituido con el fin de ensalzar no solo a España, sino a cada uno de los españoles que conformamos este gran país. Porque ser español, no entiende de ideologías, porque los 47 millones de españoles estamos representados por la enseña nacional. Sea uno de izquierdas, de derechas o de centro, llevar la bandera España en el balcón, en la muñeca o en el pecho, no debe ser un prejuicio negativo.


 
                                  
                                  
                                  
                              










das | Lunes, 21 de Mayo de 2018 a las 09:55:58 horas
que se acabo pedir perdon por ser español.. jajajaaja eso cuando a pasado??? rancho de primera para fascistas españoles.. les entra muy bien
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