Memes, memos y memas

Decidido estaba a no dar un segundo, una palabra, un gesto más a la patochada nacionalista, pero me rindo. Superan mi voluntad como el mono del tabaco. Tengo que dejarlo, es perjudicial para mi salud y, además, un vicio inútil y un sinsentido que no conduce a nada bueno. Cuánto antes lo haga mejor, más feliz me sentiré. Con el tabaco me pasa algo parecido.
A fuerza de reiteración vengo soportando, más o menos estoicamente, aquello de que “España nos roba” (Pujol dixit); el resto de España, en especial los andaluces, son unos vagos que Cataluña mantiene; falsedades históricas sobre 1.714 y su inventada Guerra de Se(u)cesión; nacionalidad payesa por nacimiento de Cristobal Colón, Santa Teresa de Avila, Erasmo de Rotterdam, Américo Vespucio, Leonardo (da Vinci) y en breve de Messi y el de Fuente Albilla (Iniesta para no futboleros); mezclas insolubles de deporte y política; imposición de lengua ilegal; desobediencias faltonas a las instituciones judiciales; impunes ataques a las Fuerzas de Seguridad; curas y monjas sacando pies del tiesto; quema de banderas y desprecio institucional a todo lo que huela a español, menos a los sueldos y transferencias del Estado que se acomoda, plácidamente, en los holgados bolsillos de los instigadores. A todo se habitúa uno si se repite lo suficiente en los medios. La prueba: el Reggaeton, “Despasito”, “Bailando” o peor, “Colgando en tus manos”.
Por respuesta la de siempre. Echamos mano de ella mucho antes de que los gabachos cercaran Cádiz, hostigando a la población a base de la artillería del petit corso Cabrón “con las bombas que tiran los fanfarrones, se hacen las gaditanas tirabuzones” guasa y burla ridiculizante. Me encanta.
Los “Morancos” versionan plomizas canciones y la red se llena de “memes”. Montoro le saca el dedo palabrota a Junqueras en un cajero automático, Pucheron es Harry Potter crecidito y sin varita, Ana Gabriel se huele la axila y saca un “cuco” de la tocha (y lo pega en la silla), el gran Trapero dirige a Mossos y masas, Rajoy, de empleado del gas, lleva “vutá”, Pujol se hace un lío y vota con un billete de quinientos y la red recomienda ir a Ikea (no será en Alicante) para montar su propio referéndum en la República Independiente de tu Casa.
No podía ser de otra manera, si no que le pregunten al hijo de la Tomasa y su encendida amenaza transformada en cientos de “memes”, desactivada a base de coña. “A la jota la jota de los perros pachones, se levantan la falda y se les ven los c.....”. Desde luego, no hay peor ofensa que la indiferencia, y si viene acompañada de guasa y mofa mejor. Hay cosas en las que no tenemos rival.
Pero también hay cosas con las que no se juega. No se juega con el futuro de los menores, es decir, el nuestro. Entre “meme” y memo (o mema, por no discriminar) sólo hay una vocal de diferencia pero un abismo conceptual. Memo/a es lo mismo que estúpido, tonto, simple o lelo (aaaa). Es persona carente o con poca inteligencia y, como mínimo, eso son los que han consentido, animado o promovido la participación de escolares en el circo ringling de la ruptura. En la pista central Fortasec y su patrulla canina saltando aros de fuego sobre dos patas; a la derecha, los chicos de trapero y los autos locos de la Benemérita; y a la izquierda, un simpático desfile de escolares, menores de edad, ataviados con esteladas haciendo novillos y gritando consignas debidamente aleccionados. No se puede ser más ruin, rastrero e irresponsable.
Lo que memos/as, mayores de edad, hagan con su vida es cosa suya. Si quieren conducir directos al abismo visible a kilómetros, a toda mecha, sin cinturón de seguridad y ojos vendados, allá ellos. Pero escudarse en niños, inocentes menores, es de una vileza y cobardía a la altura de quienes, en otros lugares, los usan de parapeto humano en conflictos bélicos. Es repugnante, bajo, vil, grosero y rufián (el adjetivo).
Cargar vírgenes discos duros de menores con el sistema operativo independence 3.0, no tiene nombre, o sí, y además ofrece una clara muestra de cuán podrido está lo que huele en Dinamarca, provincia de Gerona. La cantidad de instancias y personas necesarias para que tal bajeza prospere da una muestra de la extensión del tejido infectado. Es imprescindible que autoridades públicas, de designación política y la peor ralea, lo sugieran y planeen; seguidos de la connivencia y conformidad de altos funcionarios de carrera amamantados a los pechos del odio a España, desde que en 1978 el art. 2 de la Constitución reconoció su existencia y legalidad y desde los pactos autonómicos de 1981 y 1992, con transferencia de competencias educativas a estos reinos de taifas y sus ufanos reyezuelos; continúan los responsables provinciales y municipales de educación, también contaminados e indolentes consentidores, o promotores, de semejante maldad; directores de colegios e institutos perjuros de la promesa de formar librepensadores autónomos al servicio de nadie; profesores y educadores de inmerecido nombre, con vocación de perro pastor ovejero; y, finalmente, padres que por convencimiento, temor o costumbre asumida llenan las mochilas de sus infantes con semejantes meriendas. Demasiados eslabones en la cadena.
Creía haberlo visto todo en esta locura, pero usar niños-ariete es salvaje, inhumano, y califica a todos los participantes en la cadena que ata de pies y manos una sociedad enferma terminal. Qué lástima y qué asco.
*Enrique Vila es abogado. Fundador del despacho Romiel y Vila Abogados


















Juan Ramon | Lunes, 25 de Septiembre de 2017 a las 19:29:32 horas
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