El aterrizaje de 'Philae' que imaginó Arthur C. Clarke

El aterrizaje ayer de la sonda Philae en la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko es un hito en la historia de la ciencia y de la humanidad. Nunca hasta ahora se había intentado el descenso de una nave sobre un cometa. Y se ha conseguido con éxito pese a que las dificultades técnicas han sido extraordinarias. Era todo un reto. Se trataba de dirigir por el Sistema Solar, durante 10 años y 6.300 millones de kilómetros, a la nave Rosetta (con la sonda Philae enganchada) hasta su encuentro con el cometa. Y una vez allí posarla sobre su superficie. Un desafió monumental.

El aterrizaje sobre un cometa siempre ha despertado una enorme fascinación entre los científicos. Los datos de la composición de estos cuerpos celestes son de una enorme importancia para el conocimiento, entre otras cosas, del origen del Sistema Solar. Esa misma atracción la sintió hace 42 años el científico y novelista de ciencia ficción Arthur C. Clarke (1917-2008), quien en 1972 publicó 'Cita con Rama', una de las novelas más conocidas del escritor inglés. Clarke ha pasado a la posteridad sobre todo por el relato 'El centinela' que dio origen a la aclamada (y odiada también) película '2001, Una odisea en el espacio', que posteriormente el propio autor noveló.

En 'Cita con Rama' la Tierra envía en el siglo XXII una nave tripulada a lo que parecía en un principio un asteroide. Sin embargo, no se trata de una enorme roca que viaja por el espacio, sino de una nave con forma cilíndrica. Los astronautas descienden a Rama y cuando penetran en su interior empiezan a descubrir cosas sorprendentes. Dentro hay un mar congelado y construcciones que parecen edificios, aunque cuando los valientes humanos se acercan contemplan asombrados que no tienen ni entradas ni ventanas. La novela narra las aventuras de los astronautas en Rama, y pese a que han pasado más de 40 años desde su publicación sigue siendo una obra muy real y cercana. La ficción científica y la ciencia tienen, en ocasiones como ahora con el aterrizaje de la sonda Philae, una relación muy estrecha, un poderoso vínculo las une. Lo que hace décadas imaginaron mentes especialmente dotadas para la fantasía años después se materializa. * Imagen ESA.