El PP quiere echar a Sonia Castedo como Gila, con indirectas

El PP ha aprobado una veintena de medidas en la convención de Benidorm para impedir en el futuro la corrupción en sus filas. Pero el problema lo tiene el Partido Popular (o algunos de sus dirigentes) en el presente. Se llama Sonia Castedo. Sobre la alcaldesa de Alicante pesa una doble imputación por supuestos delitos de corrupción, pero Castedo no dimite de su cargo porque entiende, y está en su derecho a ello, que no debe hacerlo porque es inocente.

La resistencia de Castedo es posible que también guarde relación con el diferente trato que ha dado (y da) su partido a otros miembros de sus filas implicados, ahora o antes, en irregularidades o supuestos delitos de corrupción, como el presidente del Puerto, José Joaquín Ripoll; o la propia ministra de Sanidad, Ana Mato, a la que salpicó de lleno el feo asunto del Jaguar y de las fiestas de cumpleaños pagadas, supuestamente, por la red Gürtel. Sin olvidar tampoco el papelón del propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando se hicieron públicos sus comprometidos wasaps de buen rollo con Bárcenas en un momento en el que ya se conocía todo el pastelón. O también el asuntillo, al parecer sin importancia, de los supuestos sobres con los sobresueldos en B a dirigentes del PP.

De cualquier modo, el Partido Popular lleva meses intentando que Sonia Castedo dimita, pero es incapaz de hacerlo. Y la imagen de debilidad, impotencia y desorientación que ofrece a la ciudadanía es casi peor que la que le afean a la propia Castedo. En la convención de Benidorm de estos días el partido ha aprobado una ponencia en la que establece que todos los responsables políticos deberán firmar una declaración jurada en la que se comprometen a dimitir si son acusados de delitos de corrupción.

Es otra insinuación más a Castedo para que dimita. A la alcaldesa le llueven desde hace meses las indirectas: lineas rojas, listas sin imputados, no voy a la Volvo, no me hago la foto, malas caras, silencios... El PP quiere que Castedo se vaya de la alcaldía por cansancio. Recuerdan mucho algunos dirigentes del Partido Popular al humorista Gila en uno de sus geniales monólogos: "Alguien ha matado a alguien. Y no me gusta señalar".  Al final, después de tanto insistir, de puro hartazgo, el asesino de la historia cómica de Gila confesó el crimen. En el PP parece que piensen que Castedo se sentirá finalmente aludida y se acabará marchando con tantas indirectas.

GILA: "ALGUIEN HA MATADO A ALGUIEN"